La faja contribuye a generar presión sobre la piel, reduciendo los hematomas y la inflamación de la misma, evitando la formación de fluidos estancados y mejorando la circulación sanguínea. Igualmente ayuda a la cicatrización de las pequeñas incisiones por donde se realiza la extracción de la grasa y evita la flacidez de la piel.